jueves, 20 de noviembre de 2014

UNA NOCHE SIN LUNA





Es una  noche sin luna
Fría Oscura y silenciosa
Los arboles bailan un vals
Se dejan llevar suavemente
Por las manos del viento

Sus manos acariciando mi cabello
Firmes, fuertes otras veces
Tan delicadas cuando me seduce
Tan precisas cuando se aferran a mi cuello




Su lengua húmeda dibujando mi silueta
Recorriendo
Cada pliegue de mi cuerpo
Saboreando mi placer
Mi piel, Su deseo

Su mirada perfecta
Profunda, traviesa, perversa
Buscado el norte desde el sur de mi cuerpo
Buscando mis ojos
Embelesados, perdidos en las delicias de sus besos

Mi espalda tensa, contorsionada
Mi pecho verdugo del vaivén del deseo
La respiración entrecortada
Gemidos ahogados
Jadeos intensos


Sus dedos profanan mi intimidad
Sus labios aferrados con fuerza a los míos
La boca reseca sedienta por la ansiedad
De saborear esos placeres escondidos

La piel palpitante, ardiente
Reclamando pasiones firmes
Que desaten la locura
Enterrándose con vigor
En la profundidad de mi cuerpo

Las piernas sujetas en un Angulo perfecto
Permitiendo ver a su dueño
La extensión de sus dominios
Provocándolo con movimientos lascivos
Inclinándose ante él para que pueda poseerlos

Los aromas del cuerpo
Aguardando el momento en que él los reclame
Escondiéndose en los pliegues más íntimos

Su hombría firme y prepotente
Frente a mi humanidad entregada
Tan venoso y húmedo
Tan grueso y firme
Como la lanza de un guerrero que ofrece su mejor batalla

Mi garganta lo espera y lo desea
Mi entrepierna lo reclama
Consumirlo y poseerlo
Saciarlo de placer, entregarle mi Alma
Enseñarle cada secreto de mi cuerpo

Sin más preámbulos
Todo El
Controlando mis movimientos
Su pasión desenfrenada
Envuelve en un espiral de placer mi cuerpo

Embestidas profundas y lentas
Rápidas y fugaces
Estremecen mis sentidos y mi piel
Mis músculos se contraen
Al unisonó con el ritmo lujurioso de sus caderas


Su lengua invadiendo mi boca, mi garganta
Impregnándome de su gusto y de su aliento
En el momento justo en el que en un suspiro
Las almas se entrelazan
El mundo desaparece
Y es El quien en un solo abrazo y una mirada
Me sostiene y en su infierno me desata
Me hace libre
Llena de paz y amor mi cuerpo