LA SONRISA DE LA LUNA

Hay un dolor cesante dentro de mi pecho
mi corazòn se detiene poco a poco
pierde lentamente las ganas de latir

Estoy sentada en el balcòn
suspendida en el borde mas delgado de la ventana
las piernas libres y las columnas irregulares sosteniendo mi espalda

Quiero caer, una parte de mi ya no quiere saber nada de la vida
los latidos de mi corazon ya casi no se escuchan
y mi respiracion que antes estaba acelerada
ahora es casi imperceptible, muy pausada

Es de noche y la luna menguante me sonrie
es una delgada linea dibujada en el cielo
ella no sabe la pena que me aqueja
ni el dolor que me invade
es feliz en la inmensidad de su cielo
con el brillo de las estrellas
las palabras de todos los poetas que le escriben


Una brisa helada se acerca a mi ventana,

me envuelve y se detiene a mi alrededor
atrapa mi cuerpo, mis piernas, mi pecho
siento como mi garganta enmudece
y una fuerza poderosa me empuja fuerte contra la pared

Mi alma esta tan debil que no me resisto
me entrego vilmente a su poder
el frio se cuela por mis ojos que empiezan  humedecerse
a medida que me restringe el aire
que mi piel empienza a convulsionar levenmente
Hasta que de repente la presion se detiene en un punto soportable
firme, rigurosa, controladora, helada.

Debo estar suspendida porque no siento la pared en mi espalda
ni el borde del balcòn en mis muslos
Esa brisa fria se va convirtiendo en una espesa bruma
deforme, sin figura, como un ser de hielo
que se niega a liberarme
pero a estas alturas ya no me importaria terminar esta noche muriendo


Se desabotona mi blusa
y la bruma helada toca mi piel un escalofrio me recorre completa
un jadeo quizo salir de la garganta estrangulada
y se escapa por los labios entre abiertos




justo al tocar la piel
el extraño vapor se materializaba lentamente
en una afilada punta
un filo que empieza lentamente a abrir mi pecho
Era como estar atrapada en una madeja de brazos
completamente inmovil
viendo como mi carne era penetrada por una delicada lanza
y sintiendo como cada capa de piel era profanada

Gotas rojas y espesas empezaron a nacer de la abertura
deslizandose por el borde de mi seno
por el abdomen
Cada vez brotan con mas fuerza
mientras la niebla espesa irrumpe lentamente en mi interior
como invadiendome con su helado aliento

Las sensaciones eran extrañas
estaba absorta viendo como mi pecho era mancillado
y como lentamente la niebla me poseia




La falta de aire y de movilidad
provocaba una extraña excitacion
jadeaba inconsientemente, los labios resecos y helados
se rasgaban como papel al moverlos
la saliva espesa que inundaba mi garganta caia por la comisura de mis labios
y se mezclaba ocasionalmente con la sangre tibia

Ausente de todo pensamiento
solo sujeta a las sensaciones
mientras el frio colmada mis entrañas
pude sentir como la excitacion crecia




Una corriente de niebla se extendio hasta mi boca

y atrapando mis labios como en un beso etereo
los estiro, los abdujo, los profano vilmente
llenando mi boca entera de ese sabor amargo y salado

Mientras trataba de mantener la conciencia
y no tuve mas opcion que dejarme llevar por el placer que sentia
un tornado de sensaciones se desato en mi interior
la calidez de mis fluidos
el helado aire que me contenia


El sabor
en mi boca
los latidos acelerados haciendo brotar la calida sangre
la saliva espesa
todo el conjunto de emociones provocaron el mas profundo orgasmo
como jamas habia tenido

En el punto màs alto del extasis, mi corazon se detuvo
la bruma se hizo calida desvaneciendose poco a poco
saliendo de mi boca y de mi pecho
la sangre que seguia brotando sin parar
bañaba de ese tono rojo y espeso mi cuerpo
Un nuevo quizo atravezar mi garganta pero ya no tenia fuerzas

Recostada en el mismo borde del balcon
inmovil y sin alientos reposò mi cuerpo
En el oscuro cielo solo el delicado brillo de la luna me sonreia

Asi fue la noche en que mori, despues de eso mi alma se hizo eterna
camino libre por los bosques, por las calles
reto al sol cada mañana y me sumerjo en el brillo de la luna cada noche

Solo Busco el refugio de la bruma que esa noche, me arranco dulcemente el corazon.